La vida y las montañas rusas.

La vida es como una montaña rusa. Con sus altibajos, sus momentos de inseguridad, con ese sentimiento lleno de adrenalina. Con sus saltos. Sentimos tantas veces que ya estamos arriba, en la cuspide de todo, y cuando menos te lo esperas caes de forma rapida y estrepitosa, sin tiempo de ni siquiera reaccionar. Todo sucede rapido, cuando menos te lo esperas de forma desenfrenada comienzas a caer...Pero tambien muchas veces avanzas rapido hasta lo mas alto y aveces, tan solo aveces consigues quedarte ahi. Piensas en ese momento tan maravilloso donde te encuentras arriba, donde todo lo tienes controlado. Pero de nuevo regresa la caida. Cuando te encuentras abajo y ves aquello de arriba que fue tan bonito, donde todo fue tan perfecto y ahora tan solo lo vislumbras de lejos, como algo muy lejano.
De pronto sentimos esa sensacion de despegue donde sabes que vas para arriba, que llega un buen momento, que lo estas viviendo. En ese momento no eres capaz de pensar en lo que queda alla abajo, ni consciente de lo que llegara, tan solo notas como poco a poco vas ascendiendo, vas llegando.
Porque tanto en la vida como en las montañas rusas hay altibajos, eso es evidente y no tiene solucion.
Pero cuando estas arriba lo sientes todo controlado, donde las cosas se paran por un momento. En la vida y en las montañas rusas las cosas van muy rapido; tan pronto te encuentras en lo mas alto como de repente tan bajo que ni llegas a ver todo lo que se esconde arriba.
Porque la vida es rapida, por eso hay que pararse de vez en cuando.A fin de cuentas aunque se parezcan, no es lo mismo una montaña rusa que una vida, que tu vida. Porque de vez en cuando es bueno parar esa montaña rusa que nos lleva dando botes y bajarse a mirar las vistas que hay cuando te encuentras en lo mas alto.