domingo, 6 de marzo de 2016
life just keeps going till the end
Hay miradas de aprobación con más peso que el de cualquier ruina,
luz ajena que brilla con sombra propia
en los verdes, azules o marrones,
incluso en mis grises
(ojos y días).
Hay orillas encariñadas con el mar
aunque sepan que es la efimeridad
lo que permite querer sin ahogar.
Se cuelan
como aire entre las hojas,
como empujadas por el parpadeo del baile
eterno,
esa búsqueda infinita de equilibrio:
preocupación vs evasión.
El problema es cuando no hay nubes
que justifiquen sus tormentas
y, sin embargo
el sol no calienta.
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