Madurar es caer (que le pregunten al manzano):
darse un golpe y esperar a que te quieran
o acabar descomponiéndose hasta que te lo confirmen: no vales.
el problema llega entonces
cuando ya no nos creemos superhéroes
y dejamos de ponernos el abrigo levantándolo desde el suelo
y se nos doblan las mangas del jersey por dentro
por no agarrarlo, por no cogernos a tiempo
ahora
roídos por la impotencia de no saber canalizar tanto empeño
solo sonreímos con los ojos guiñados
y luego los vendamos;
así nos reconstruimos
y tratamos de justificar porque ni somos, ni parecemos lo que estamos.
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