Cuando noto que solo me reconozco en el reconocimiento
me tiemblan las pupilas,
y me siento
de cunclillas y cansada,
mientras la espalda se curva y las rodillas se clavan.
Descubro entonces la necesidad de demostrar
que mi transparencia es espejo,
que desde mi opacidad yo elijo que veas
lo que crees descifrar:
que si soy movimiento es para atravesar un mar de dudas con poder de ahogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario