No conocer el futuro
pero ir entendiendo el significado de tus propios pies
es también reconocer en qué pupilas buscas verte reflejado.
En qué crees y qué creas.
Por eso vuelvo a las huellas,
que no son más que el sello de la consecuencia de mi fuerza,
llámalo rabia,
llámalo risas,
llámalo ausencias.
Un tira y afloja
de cada uno de nuestros hilos,
a veces inexorables, otras medio roídos:
dependientes del tambaleo,
del baile de ida y vuelta entre extremos.
será que correr siempre me ha gustado más que andar.
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