Atreverse,
sin mirar,
a imaginar
es como reconocer que creer es querer crear
despilfarro a sorbitos
ataques suicidas a la soledad.
No saber el qué
o querer llamar incertidumbre a dejar marchar
saltar a la comba con mis propias cadenas,
agitarlas y poder así oír
movimiento entre tanta venda y oscuridad.
Rienda tensa a la realidad,
caerse por falta de vértigo me lo da.
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