jueves, 13 de abril de 2017
Carril de deceleración
Conlleva un riesgo.
Optar por pararse para aceptar que moverse por inercia tiene un alcance limitado.
Confesar que por muy alto que suene la música, entre canción y canción
sigue existiendo un silencio lleno de ruido.
Me regalaste seguridad a máxima velocidad
y justo cuando empezaba a olvidarme del miedo
desapareciste
tragándote el humo de tu rastro
pisoteando todas mis flores
escupiendo sobre mis lágrimas,
banalizando palabras y gestos.
La inseguridad,
milímetro a milímetro
me placa ahora contra el suelo;
aunque te diré que sí,
que tranquilo,
que es cierto,
que soy yo la que me golpeo.
Y me callo,
me sufro y me duelo.
Desde lo precario del siniestro
os diría que lo siento,
pero que verbalizar mis sombras es aquello que
consigue delimitar mis miedos,
hacerlos trabajables,
concisos
y muchísimo más pequeños.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario